Es una realidad que muchos conocemos. Surfear en la ría de Aboño con una tabla blanca y salir con ella negra, dolor de cabeza, ojos enrojecidos, vomitonas, dolores de barriga, alientos podridos, etc…se acumulan a una gran cantidad de estímulos que llegan a percibir repetidas veces los surfers y bodyboarders de la gran ola de Aboño, conocida como BOÑIPOINT. Nadie se atreve a analizar las aguas fétidas que nos calientan la temperatura del mar con tal magnitud que en invierno parece verano y en verano “quema de cojones”, “manda huevos”…nadie hace nada, a unos les cae el pelo y a otros la vergüenza. Sinceramente, ¡da miedo!.
A continuación mostramos una imagen del 04-11-2011 mostrando el color de la ola y su plenitud en un momento no muy espectacular ya que el viento hacía de las suyas y no la dejaba caer perfecta como en numerosas ocasiones se suele presentar.
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